¿Quién fue Phineas Gage y cómo afectó en el estudio de la corteza prefrontal?

El 21 de mayo de 1860 moría Phineas P. Gage, y el mundo de la neurociencia cambió para siempre. Phineas solo tenía 36 años en ese momento...
Phineas Gage

El curioso caso de Phineas Gage

El 21 de mayo de 1860 moría Phineas P. Gage, y el mundo de la neurociencia cambió para siempre. Phineas solo tenía 36 años en ese momento, aunque los que lo conocieron 12 años antes nunca pensaron que llegaría a esta edad.

Uno de los motivos lo conocía muy bien el doctor Martyn Harlow, que al enterarse de la noticia de su muerte, se puso en contacto con su hermana para que le dejara exhumar el cadáver y recuperar su cráneo.

¿A qué venía semejante idea?, ¿por qué quería el Dr. Harlow el cráneo de Phineas?

Phineas Gage

Este es Phineas, y esa barra que sostiene como un trofeo, tuvo un papel tan importante en su vida como en la de todos nosotros.

Phineas P. Gage trabajaba como capataz en la construcción de la línea de ferrocarriles de Estados Unidos hasta que un día tuvo un accidente que cambió radicalmente su vida.

El 13 de septiembre de 1848, mientras trabajaba con pólvora y una barra de hierro, hubo una explosión. La barra de hierro salió disparada atravesando su pómulo, por debajo del ojo y saliendo por el centro de la cabeza.

El doctor John Martyn Harlow lo atendió en el hospital y durante semanas, lo trató hasta que se recuperó de sus heridas, aunque hubo algo de lo que jamás pudo sanar.

Algo había transformado a Phineas, no volvió a su trabajo en el ferrocarril y las personas más cercanas a él decían que su personalidad había cambiado, que jamás volvió a ser el mismo hombre amable y tranquilo que era antes del accidente, sino que se había convertido una persona grosera, violenta, incapaz de razonar y de tomar decisiones.

Tras recuperarse, abandonó a su familia y durante algunos años viajó y trabajó en distintos lugares del mundo, en cada uno de ellos siempre le acompañaba la barra de hierro que le había atravesado el lóbulo prefrontal.

Phineas Gage

Doce años después del accidente, Phineas Gage murió. El Dr. Harlow exhumó el cadáver para recuperar su cráneo, lo estudió y comenzó a dar conferencias de lo que descubrió sobre las consecuencias de la lesión que hizo la barra de hierro en su cerebro y que hicieron cambiar el carácter y personalidad.

Corteza prefrontal y las adicciones

Phineas Gage se convirtió en un personaje crucial para la neurociencia, ya que su accidente demostró la importancia del lóbulo frontal en la regulación de la conducta.

En particular, la lesión a la corteza prefrontal ventromedial, y que el daño que le causó a Phineas se asoció y afectó a los cambios de la corteza prefrontal.

Esta relación entre Phineas Gage y el córtex prefrontal dieron como resultado que las lesiones que le hizo la barra, se asemejan a lo que hacen las sustancias psicoactivas en el cerebro.

  • Impulsividad
  • Conducta inadecuada
  • Toma de decisiones erróneas o agresividad emocional.

Circuito de recompensa y su relación con la corteza prefrontal

La lesión de Phineas Gage en la corteza prefrontal ha sido estudiada por neurocientíficos por su impacto en la personalidad y la toma de decisiones.
Aunque para comprender la gran repercusión de este daño, debemos analizar la relación que existe entre la corteza prefrontal y el circuito de recompensa cerebral.

Phineas Gage

Imagina una de esas inmensas ciudades que se conectan entre ellas a través de múltiples carreteras luminosas por las que ni un solo momento dejan de pasar coches. Algo parecido es lo que ocurre en un órgano tan complejo, apasionante y maravilloso como es nuestro cerebro.

El circuito de recompensa se ocupa de la supervivencia y el placer, es decir, el cerebro segrega dopamina (motivación para realizar una acción) para que las demás partes del cuerpo satisfagan sus necesidades más básicas, comer, relaciones sexuales y placer

La adicción básicamente cambia ese orden, haciendo que la sustancia sea supervivencia y las demás cosas secundarias.

Por eso, este sistema juega un papel fundamental, por ejemplo, a la hora de tomar alguna decisión o tener una motivación.

Entre el circuito de recompensa y la corteza.

 

¿De qué se compone el circuito de recompensa?

Al igual que las carreteras de esa gran ciudad, cuenta con diferentes componentes:

El área tegmental ventral, en esta zona se encuentran el mayor número de neuronas dónde se producen, entre otras, la dopamina, el neurotransmisor decisivo en la sensación de placer y motivación.

También se encuentra el núcleo accumbens, encargado de procesar todas esas señales de recompensa y de generar una respuesta placentera. Interfase neural entre motivación y acción motora.

En la corteza prefrontal interviene en la planificación, la toma de decisiones y el control de determinados impulsos. Es la encargada de las funciones cognitivas superiores.

La amígdala es la encargada de controlar nuestras emociones, del sentido de la precaución y los sentimientos.

Y el hipocampo, que influye en la memoria y aprendizaje, especialmente en la asociación de estímulos con recompensas.

Funciones del circuito de recompensa

El recorrido del circuito de recompensa tiene distintos puntos importantes:

Encontramos un estímulo, algo que nos gusta, que nos resulta placentero. Puede ser la comida, el sexo o las drogas, es algo que hace que se activen nuestras neuronas del núcleo accumbens.

Las neuronas liberan dopamina que va hacia distintas áreas del cerebro, como el hipocampo y la corteza prefrontal.

La dopamina a su vez genera una sensación de placer y recompensa, a su vez nuestro cerebro aprende a asociar este estímulo con la recompensa, por lo tanto, hace que aumente la probabilidad de que esa conducta se repita en el futuro.

Todo esto lleva a unos trastornos asociados

El consumo de ciertas sustancias o la práctica de determinadas actividades placenteras en exceso puede desregular el circuito de recompensa, lo que puede generar una adicción.

O, por el contrario, perder la capacidad de sentir placer, uno de los síntomas de la depresión.

El circuito de recompensa es un sistema complejo a la vez que esencial para nuestra vida.

  • Toma de decisiones y planificación
  • Voluntad
  • Conducta social
  • Objetivos orientados a meta
  • Evaluación de situaciones
  • Impulsividad
  • Control cognitivo

Es el que nos motiva a buscar lo que necesitamos y que nos ayuda a adaptarnos a nuestro entorno, uno que a su vez puede ser vulnerable a las adicciones y distintos trastornos del comportamiento.

Brisa lo formamos un equipo psicológico y terapéutico dónde a través de talleres individuales y en grupo, formamos un camino sólido a través de un seguimiento diario para poder llegar hasta la recuperación.

Además, contamos con un teléfono activo para el paciente, incluyendo fines de semana.

Entre todos tenemos en nuestras manos no echar hacia atrás el camino que hemos recorrido hacia la recuperación.

Brisa -Centro Sanitario Terapéutico especializado en adicciones

C/ Armengual de la Mota, Nº 27, 2ª Planta. 29007 Málaga.

Telf: 644 25 64 92

informativas@brisadicciones.com

 

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