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Si la diversión se convierte en necesidad, deja de ser un juego para convertirse en adicción
Las adicciones que son sin sustancia, suelen ser las más aceptadas por la sociedad. Tal vez porque las asociamos a un momento de diversión, de evasión, de ese “no todo va a ser trabajar”.
No se nos pasa por la imaginación que algo que nos anima en una situación determinada, puede llegar a convertirse en un grave problema de adicción.
Desde las primeras licencias de juego online que se dieron en España en 2012, han crecido los casos de adicción al juego entre adolescentes de 15 a 19 años.
Esta situación ha llegado con el aumento de espacios dónde se fomenta el juego y que a su vez se une a la tecnología.
Y es que las aplicaciones del móvil han hecho que los adolescentes tengan más fácil el acceso a apuestas y al sueño de conseguir fácilmente dinero con algo que les interesa, las apuestas relacionadas con el deporte.
¿Cómo fue la primera vez que alguien te animó a que lo acompañaras el bingo?
¿Cómo es esa sensación de mentira camuflada que te hace creer que tienes poder y te hace volver una y otra vez?
¿Cuándo jugar al póker online se convirtió en algo normal en el descanso del trabajo?
¿Cuándo el dinero de las horas extras del trabajo las empleaste en perderlas en la máquina tragaperras?
Si existe una palabra que define la adicción al juego es la mentira. Y es que la negación suele ser una de las características más dominantes de la persona adicta al juego.
El juego acaba por convertirse en una serie de consecuencias físicas y mentales que comienzan a pasar factura.
Cada persona tiene su personalidad, por lo tanto, lo puede demostrar de distintas formas, aunque con un determinado patrón.
Y es que si se es consciente de que existe un problema, de que se convive con una enfermedad, lo es también de que hay una oportunidad de recobrar ese control perdido.
Has dado el paso al frente necesario para admitirlo, y eso es Valiente y necesario para tu Recuperación.
Existe una vida plena, sin adicciones, y juntos es más fácil conseguirlo.
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