Durante este mes surgen encuentros con compañeros de trabajo, amigos y familia en los que miramos tanto el calendario del móvil para cuadrar días y horas que parece que tenemos la agenda de un ministro.
Ya, a finales de noviembre, el famoso Black Friday se convierte en un auténtico reclamo para las compras, aunque no las necesitemos, y cuando comienza diciembre se multiplican los estímulos para el juego o la bebida como si no existiese un mañana.
Por desgracia, ese mañana corre peligro para una persona con adicción, sobre todo durante estos días festivos, y además si se encuentra en los primeros meses de su fase de recuperación, el riesgo aumenta durante estos días navideños.
Y es que en Navidad no censuramos comer más, porque es Navidad, ni una copa de más… porque es Navidad.
La Navidad nos vuelve más permisivos en cualquier reunión y ante cualquier exceso, haciendo que determinadas situaciones se vivan de forma diferente, y que afecta de una forma especial en una persona con algún tipo de adicción.
La Navidad ya no es lo que era
Qué hacer si tengo alguien cercano con una adicción
Es de ayuda si la familia o el entorno más cercano saben y comprenden sobre la realidad por la que atraviesa una persona con adicciones para así poder evitar determinadas situaciones.
Y es que vinculamos Navidad a vida social y esta al consumo, convirtiendo diciembre en un auténtico desafío para personas con algún tipo de adicción.
Por eso es importante que la familia les apoye para no bajar la guardia siempre ante determinados tipos de encuentros, pero sobre todo durante estos días, además de evitar reproches sobre determinadas conductas.
Es muy positivo que la persona con adicción cuente con el apoyo de su círculo más cercano para evitar circunstancias dónde la adicción tenga manga ancha y tome el control.
Todo esto se complica enormemente durante las celebraciones de Navidad, lo sabemos, pero es necesario evitar las reuniones dónde ya se sabe de antemano que seguro que, por ejemplo, se va a consumir alcohol.
Durante los primeros meses de la fase de recuperación es necesario tener un control estricto y es que nuestro cerebro asocia fiesta, reuniones y diversión con consumir y durante estas fechas se activa de manera incontrolable, que además se suma a la parte emocional, convirtiendo la fiesta en un momento crítico.
Si la familia y el entorno más cercano es de gran ayuda, el equipo profesional que se encuentra a su lado durante todo el proceso de recuperación, también es muy importante.
Brisa lo formamos un equipo psicológico y terapéutico dónde a través de talleres individuales y en grupo, formamos un camino sólido a través de un seguimiento diario para poder llegar hasta la recuperación.
Además, contamos con un teléfono activo para el paciente, incluyendo fines de semana.
Entre todos tenemos en nuestras manos no echar hacia atrás el camino que hemos recorrido hacia la recuperación.
Somos Brisa- Centro Sanitario Especializado en Adicciones.
Te tendemos una mano y te sostenemos en todo el proceso. Existe una vida sin adicciones y vamos a ayudarte para que la conozcas.
Brisa
Terapias para el cambio
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